La realidad es que hoy en día estamos siendo ya testigos de los coches del futuro. En el año 2017, se pusieron ya en marcha los coches eléctricos 2.0, los cuales pueden recorrer de 300 a 400 kilómetros sin necesidad de recarga. Se estima que para el año 2030, por lo menos en Alemania y en algunos otros países del norte de Europa, solamente habrá coches eléctricos circulando. Las autopistas tendrán postes de carga, que permitirán cargar batería en menos de 10 minutos y los coches de gasolina serán cosa del pasado. Para el 2050, los coches de gasolina serán absolutamente cosa del pasado y los coches eléctricos serán la única alternativa.
La conectividad que existirá entre todos los coches en circulación permitirá guardar distancias de seguridad entre unos y otros. En caso de emergencias, todos los coches frenarían al mismo tiempo y, en situaciones de atascos, los vehículos se distribuirán de manera inteligente por distintas rutas alternativas para evitar atascos.
Para el 2018, todos los coches matriculados en la UE tendrán la capacidad de emitir un aviso automático de emergencia en caso de accidente. Esto disminuirá en gran medida la gravedad en los accidentes de tráficos, al reducir el tiempo de espera.
En los próximos cinco años, se podrá conducir con piloto automático dentro de las ciudades. Estos coches autónomos además de contar con la capacidad de adelantar en automático, serán capaces de detectar semáforos y señales, y al estar conectado a servicios como Maps o Waze, sabrá de manera inteligente elegir de manera autónoma las rutas ideales. En un inicio, el conductor seguirá siendo importante para ciertas responsabilidades, pero a largo plazo (para el 2025), los coches autónomos por completo, acapararán las calles.
Los coches autónomos irán mucho más allá de la capacidad de conducir por sí mismos. Los coches del futuro tendrán la facultad de conocer nuestros gustos y preferencias a la perfección. Por medio de reconocimiento facial, los coches del futuro sabrán ya incluso antes de que usted se suba a su vehículo, cuál es su temperatura preferida, la música que le gusta oír, predecir su destino y contará con notificaciones inteligentes, por ejemplo previsión de atascos, retrasos de vuelos en caso de ir en camino al aeropuerto, pronósticos del tiempo, etc. Esta tecnología puntera está siendo ya desarrollada por Jaguar Land Rover, y se llama Smart Assistant.
Gracias a la conducción autónoma, los taxis podrán prescindir de chófer dando lugar a los taxis robot. Los taxis recogerán a sus clientes sin necesidad de conductor y podrá solicitar este servicio a través de su móvil, donde podrá indicar también su destino y preferencias de viaje. La compañía Uber se encuentra ya desarrollando la tecnología necesaria para lanzar próximamente en los Estados Unidos los primeros taxis robots.
Para el año 2025, habrá muchos menos coches propios y más compartidos. La idea de tener un coche aparcado sin usar, se volverá obsoleta y los coches particulares comenzarán a alquilarse por horas o días.
Los coches del futuro, tendrán la capacidad de mantener siempre la distancia de seguridad, trasera y delantera, de otros coches impidiendo así accidentes. Además, podrá frenar de manera automática y se podrá aparcar de forma autónoma para evitar, además de accidentes graves, rasguños cotidianos. Además, el material con el que se fabricarán los coches del futuro será mucho más resistente a golpes y daños, los materiales actuales serán sustituidos por aceros ultra resistentes, plásticos y espumas.
Pero un momento… antes de continuar con el resto de las características de los coches del futuro, debemos tener en cuenta que sin la infraestructura necesaria será muy difícil poner en marcha los coches del futuro en su máxima expresión. Las ciudades tendrán que tener la capacidad de suministrar electricidad a los coches que lo necesiten. Esto no implica únicamente contar con suficientes puntos de recarga, sino adaptar la red eléctrica de las ciudades. Y por supuesto, antes de que los coches voladores entren en escena, la infraestructura tendrá que ser también la adecuada.
Al no necesitar más motores, radiadores y demás elementos que garantizan la movilidad vehicular a través de la gasolina, los coches ahorrarán mucho espacio. Además, cuando la conducción se vuelva 100% autónoma, el espacio para el volante y el asiento del conductor ya no serán necesarios. Este espacio se utilizará en su totalidad para la comodidad de los pasajeros. El interior de los vehículos se transformará en salones de estar en los cuales los pasajeros podrán relajarse, descansar e incluso trabajar. Los vehículos contarán además con total conectividad, ofreciendo un espacio perfecto para trabajar y para ofrecer entretenimiento completo. Esto no solamente sucederá en los coches de particulares, sino también en el transporte urbano.
Actualmente existen ya varios modelos de coches voladores. Nuevamente Uber hace presencia y ha anunciado ya que su primera flota de taxis voladores Uber Elevate se encontrarán en circulación a partir del año 2020 en Dallas y Dubai. Por otro lado, la compañía Google también se ha encargado de desarrollar un modelo de coche volador, el Kitty Hawk Flyers que estará muy pronto a la venta. Sin embargo, para comenzar a utilizarlos de manera cotidiana y reemplazarlos por los coches del presente, se requerirá preparar literalmente el terreno; regulaciones, adaptación del espacio y sobre todo la aceptación del público y para esto, aún falta tiempo.